¿Su pequeño tiene un discurso limitado y poco claro? ¿Sabías que esto puede ser apraxia del habla? Este trastorno se nota a partir de los 2 años y se caracteriza por la incapacidad de planificar los movimientos motores necesarios para producir fonemas y palabras.

Lo que sucede es que, en la apraxia del habla en la infancia, el niño puede pensar en lo que quiere decir, pero no puede convertir el pensamiento en palabras, es decir, es un trastorno motor, pero el razonamiento se mantiene. Hablar es un acto que requiere mucha sofisticación e involucra los músculos de la boca, cara, lengua, paladar y faringe, y en caso de apraxia es como si hubiera una falla en la comunicación entre el cerebro y los músculos responsables del habla.

Pero entonces, ¿cómo puedo saber si mi pequeño tiene apraxia del habla?

Algunos de los síntomas más comunes que presentan los niños que tienen esta afección son:

– Por lo general, son bebés más tranquilos y emiten pocos sonidos.

– Presentan dificultad para producir sonidos de vocales y consonantes.

– Retraso en el habla.

– Cambias tu discurso demasiado a menudo.

– Es difícil entender de qué está hablando el niño.

– Dificultad para hablar palabras más largas, cuanto más grande es la palabra, mayor es la dificultad.

– La melodía del habla es diferente, lenta o extraña.

– Usted puede tener otras dificultades motoras como comer o masticar.

¿Cómo se realiza el tratamiento?

La apraxia se cura y el tratamiento se realiza con un logopeda. Es importante estar siempre atento a los signos que el bebé puede dar y la ayuda de la familia y la participación en el tratamiento es esencial para el resultado final. Una buena conversación en la escuela, informar al profesor y pedir una comprensión especial también ayuda mucho. Idealmente, todos deben participar para que haya una mejora significativa y el niño no encuentre mayores pérdidas a corto y largo plazo.

Existen varios grados de apraxia, además de otros trastornos como el retraso y los intercambios en el habla, por lo que en caso de duda buscar un profesional para su evaluación, es sencillo y el diagnóstico puede ser percibido y corregido tempranamente, en niños de sólo 2 o 3 años de edad.