La llegada de los terribles dos años

De repente, ese angelito que hasta el otro día era sólo amor y afecto, decide que su palabra favorita es «no» y desarrolla algunos hábitos que son un poco difíciles de tratar, como tirarse al suelo por cualquier motivo o hacer el mayor berrinche ante cualquier frustración, ya sea por no poder ponerse los calcetines, por no poder trepar un mueble o por no poder ganar lo que quiere. Si usted se ha identificado con alguna de estas situaciones, es probable que su pequeño esté pasando por la adolescencia de los bebés, también conocidos como los terribles dos años.

¿Qué son los terribles dos?

Esta fase, que se desarrolla entre 1 año y medio y 3 años (cuando los más pequeños también son llamados Niños Pequeños), tiene su punto álgido a los 2 años de edad. Es una fase en la que el niño comienza a percibirse a sí mismo como un individuo, con sus propios deseos y opiniones, y siente una enorme necesidad de tomar decisiones y elecciones por sí mismo. Esto hace que los pequeños «reprendan» y se opongan a todas las peticiones de sus padres. Entonces lo has visto, ¿no? Todo se convierte en una razón para patear, quejarse, enfadarse y gritar. La tranquilidad del pasado es reemplazada por una explosión de rebelión, y al mismo tiempo el pequeño se desarrolla tan rápidamente que siempre te sorprenden pequeños actos de autonomía o frases y preguntas que dejan a cualquier adulto encantado, tan lindo. Es…. No es fácil lidiar con los altibajos de estos pequeños «adolescentes», pero podemos ayudar! Hemos preparado algunos consejos para que las mamás y los papás puedan lidiar mejor con esta fase tan llena de emociones y desafíos!

4 consejos para tratar con los terribles dos

1. Mantenga la rutina lo más estable posible

La probabilidad de que los pequeños se enojen y exploten en una rabieta es mayor cuando están cansados, hambrientos o frustrados. Por lo tanto, mantener una rutina saludable y regulada disminuye el estrés del niño de 2 años. Si va a estar fuera de casa durante demasiado tiempo y trata de organizar su vida diaria para que su pequeño no se quede demasiado tiempo sin dormir o comer, siempre debe llevar en su bolso bocadillos y frutas. Seguramente esto te dejará más relajado y menos propenso a tener accesos de chile!

2. Explique claramente y con calma

Cuando el niño se irrita por alguna razón, prefiera hablar con calma. Por supuesto, esto no siempre es posible. Pero trate de ser paciente y muy claro cuando trate con una rabieta o desobediencia. Explique calmada y claramente que usted entiende lo que está sucediendo, hable de por qué no puede hacer algo (puede lastimarse, cortarse, quemarse), y ofrezca alternativas o esté disponible para ayudarlo si la razón es la frustración por no poder hacer algo. El diálogo es siempre la mejor manera de resolver conflictos y hacer que el niño se calme y entienda lo que está sucediendo.

3. Sea paciente

Por muy difícil que sea mantener la calma, es muy importante tratar de ser paciente. Comprender que esta fase es natural y que todos los niños pasan por ella para construir su identidad. A menudo, por mucho que parezca, el pequeño no tiene ciertas actitudes para provocarte a propósito, es parte de su desarrollo poner a prueba los límites y buscar la independencia. Por lo tanto, evite chantajear, golpear o gritar. Esto sólo puede empeorar las cosas. Siempre prefiero el diálogo. «Lo mejor es esperar a que pase el momento crítico sin prestar demasiada atención al niño. Normalmente, cuando la rabieta termina, se sienten necesitados y piden una vuelta», dice Sarah Helena, psicóloga, curadora de Leiturinha y madre de la adolescente de 1,5 años Cecilia.

4. No escatime caricias, abrazos y besos

En algunos casos, el niño se pone tan nervioso que lastima a los demás y a sí mismo. En este punto, una opción que puede funcionar es abrazarla, abrazarla en sus brazos y consolarla. Aclara que entiendes que ella está sufriendo y que estás ahí para ayudarla. Acurrúcate, besa y deja que se calme. Entonces puedes hablar para entender qué la ponía tan nerviosa. La mayoría de las veces, las rabietas ocurren porque el pequeño no puede manejar sus propias emociones. Por lo tanto, aproveche este momento para hablar de los sentimientos del niño y ayudarlo a comprenderlos mejor.

Otros consejos que pueden ayudar…

¿Cómo tratar a los niños desobedientes?

Cuando el niño ya entiende las reglas, sus derechos y deberes, pero siempre elige enfrentarse a ellos, ya sea en casa o en la escuela, es importante que los padres hablen con sus hijos con calma, de pie al mismo tiempo y, sobre todo, escuchándolos. A menudo, el comportamiento desobediente se asocia con causas secundarias, como el deseo de atención; sentimientos y emociones con los que el niño no es capaz de lidiar, como el miedo, la ira, la tristeza; entre otras causas.

¿Qué necesitas saber para lidiar con las rabietas?

El niño empieza a llorar y en pocos minutos ya está gritando, pateando y tirándose al suelo. Cualquiera que nunca haya pasado o presenciado una escena así no sabe lo que es sentir una mezcla de emociones que es difícil de explicar y manejar. Las rabietas de los pequeños pueden dejar a cualquier adulto sin acción, especialmente cuando ocurren en público. Ya sea porque el niño quiere un juguete o porque no quiere terminar una comida determinada, la mayoría de las veces lo que desencadena la famosa crisis del llanto es una palabra muy pequeña, de sólo tres letras: NO.

Morder, golpear y maldecir: ¿cuándo debemos preocuparnos?

A medida que el niño crece, aprende a hablar, a expresar sus deseos de manera más efectiva y a comprender lo que está bien y lo que está mal, es esencial que los padres expliquen que ciertos comportamientos no son legales y que incluso pueden herir a otros.